viernes, abril 19, 2024

Prevención

Trastornos De Conducta Alimentaria – Trastornos… por resamor

La enorme importancia dada por casi todos los autores a la influencia de los factores socioculturales debe hacer tomar una postura reflexiva al respecto y plantear la posibilidad de programas de prevención dirigidos a estos trastornos.

Conviene evitar el mito de considerar los TCA en especial,  la anorexia nerviosa como una enfermedad de moda, lo que podría hacerla atractiva a algunas adolescentes.

Los fenómenos de imitación son frecuentes en estas edades. Las adolescentes buscan sus modelos de comportamiento en las otras chicas, primero en las más cercanas, luego en las que aparecen en las series de la televisión, los anuncios y en las famosas. Por eso puede resultar peligroso y nocivo dar publicidad sensacionalista sobre estos trastornos, porque puede actuar como un verdadero semillero de nuevos casos.

El dar información debe ir acompañada de estrategias que faciliten un cambio de actitudes.

Otro de los riesgos, al intentar prevenir, es el de alertar tanto que se produzca el efecto de pánico, de terminar viendo el problema en todas partes, aún en conductas triviales, pasajeras, propias de una determinada edad y exentas de toda gravedad.

La dificultad para introducir cambios en la influencia del contexto sociocultural no supone que no haya que luchar por ello, defendiendo otros valores que contribuyan realmente al desarrollo de la personalidad de los/as jóvenes.

El abordaje preventivo y asistencial de los TCA (es recomendable la lectura del documento editado por el Ministerio de Sanidad y Consumo titulado: “ La alimentación y el desarrollo emocional, prevención de los trastornos de la alimentación”), puede ser integrado en el esquema tradicional en que se contemplan la prevención primaria, secundaria y terciaria.

El papel de la prevención primaria radica en la acción directa para la reducción de la incidencia, es decir, prevenir la aparición de nuevos casos anuales, lo que se efectuará a través de actuaciones encaminadas a la población general y a los grupos de riesgo o más vulnerables a padecer un TCA.

La prevención secundaria tiene el objetivo de reducir el tiempo de duración del trastorno y el tiempo de demora entre el debut y el inicio de tratamiento.

Finalmente, la prevención terciaria es cada vez más necesaria para paliar y reducir las consecuencias del trastorno cuando se cronifica y las expectativas de una remisión son nulas. En este sentido, se pretende evitar la aparición de complicaciones más severas del curso crónico de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Otra forma de paliar estos trastornos, es abordarlos de forma preventiva desde las familias y/o centros educativos, nos podemos preguntar de que forma:

Desde las Familias:

  • Construye la autoestima de tus hijos. Anímales a descubrir sus posibilidades, pero no te pases el día diciéndoles lo mejores que podrían ser.
  • Acepta a tus hijos sin tener en cuenta para nada su peso. Deben de saber que el cuerpo de cada persona es único y valioso. Acepta tu propio cuerpo primero para ser convincente.
  • Enseña a tus hijos a comunicarse con firmeza. Sus hijos han de ser fuertes para enfrentarse a las enormes presiones sobre el aspecto fisco que provienen de la gente de su edad, los medios de comunicación y de muchos adultos.

Lo que quiere decir:

    • Favorecer la expresión de sentimientos sin inhibirlos y desde el YO ME SIENTO, YO QUIERO, YO NECESITO, YO DESEO.
    • Evitar que asuman sentimientos que no son suyos
    • Respetar su intimidad.
    • No inhibir su desarrollo.
  • No castiguen o premien a sus hijos con comida, ni siquiera cuando son pequeños.
  • No les limites la comida a menos que su médico diga otra cosa.
  • Enséñales en casa a comer una dieta variada y equilibrada.
  • Coman juntos en familia al menos una vez al día y vivan la comida como momento de encuentro y conversación.

Desde los centros educativos.

Los profesores y orientadores, deberían estar atentos también a determinadas señales de alerta en el aula por ejemplo: 

  • EN CUANTO AL ASPECTO FÍSICO:
  • El adolescente evita ponerse ropa ajustada y mostrar partes de su cuerpo cuando es esperable en las circunstancias y estación del año (clase de gimnasia, verano…).
  • Hace comentarios despectivos respecto a su cuerpo
  • Suele llevar ropas anchas o jerséis atados al trasero.
  • EN CUANTO AL RENDIMIENTO EN CLASE:
    • Suele perder la atención en clase
    • Se observa que está más cansada que de costumbre, indica que se marea o incluso en alguna ocasión se ha desmayado.
  • EN CUANTO AL COMPORTAMIENTO EN EL COMEDOR:
    • Puede saltarse la hora de la comida y quedarse en el recreo.
    • Muestra signos de tensión durante la comida
    • Se queja de que es demasiada comida o demasiado rica en calorías
    • Come a un ritmo inferior o mayor al habitual
    • Come menos de lo habitual.
  • EN CUANTO AL COMPORTAMIENTO EN EL RECREO:
    • Pueden conversar frecuentemente sobre quien es la más delgada de la clase, sobre dietas o formas del cuerpo ideal.
    • Se observa que ha sustituido de forma sistemática el bocadillo de media mañana por fruta.
    • Con el fin de quemar calorías pueden realizar movimientos repetitivos sin finalidad, dar paseos sin detenerse, no sentarse…

¿QUÉ HACER ANTE LA SOSPECHA DE UN CASO DE ANOREXIA O BULIMIA EN EL AULA?

  • En primer lugar compartir nuestras dudas con otros profesores de la alumna para contrastar nuestra opinión.
  • Si nuestras dudas se confirman, y con el objetivo de valorar la gravedad del problema, deberemos reunirnos con el tutor o el profesor que tenga más afinidad con ella.
  • La persona que tenga más relación con ella deberá hablar con ella. Es necesario convencerla de que cuente el problema en casa si no son conscientes.
  • Si no se atreve a hablar con sus padres, dicho profesor puede ayudarle a hacerlo.
  • En caso de que plantee resistencias, es necesario hacerle ver la gravedad del asunto y aún en contra de su voluntad, el tutor tendrá que hablar con sus padres y explicarles la situación.
  • Si los padres rehúsan a hablar con el tutor, éste podría consultar a un especialista.

¿CÓMO ACTUAR EN EL AULA SI TENEMOS ALGÚN CASO DE ANOREXIA O BULIMIA?

  • Si el alumno no está dispuesto a que lo sepan sus compañeros no es conveniente hacer comentarios al respecto. Pero si es algo que se sabe, puede ser interesante abordarlo de forma natural.
  • La mejor recomendación es tratar al alumno de forma normal, evitando hablar del tema.
  • Desde el punto de vista académico es importante permitirle una cierta flexibilidad para que pueda recuperar exámenes y acudir a las consultas médicas.
  • Es importante estar atentos a las conductas de aislamiento que pueden ocurrir en la enfermedad.

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